domingo, 27 de marzo de 2016

Pastillas duras de tragar

Hola amig@ mío, ¿cómo has estado? Yo bien, aunque un poco atareada. Esta vez me tomé un tiempito para contarte algo que asaltó mis pensamientos esta noche mientras revisaba mis suscripciones en Youtube. Pues fíjate que me encontré un vídeo sobre cómo se les da los medicamentos a los gatos, empezando por las pastillas.
Antes de verlo, lo primero que vino a mi mente fue mi problema con las pastillas, ¿nunca te lo había comentado? ¡Ya lo sé! Y es que por más que intente, por más que quiera, por más que me obligue a mi misma y me convenza...
¡NO PUEDO TRAGAR LAS PASTILLAS! Sí, así es, tal y como lo lees...


Miedo a tomar pastillas
Pánico a tragar pastillas



¡ES UNA TRAGEDIA!

No tienes idea de la angustia que de repente siento cuando pienso en que en el futuro me voy a enfermar (porque seguro que pasarán infinidades de veces, somos humanos) y qué va a ser de mí cuando eso pase... Tampoco soy tan dramática, pero cuando uno sufre de estos problemas es imposible no pensarlos.



Y de seguro te estarás preguntando: ¿Por qué será? Yo tampoco lo sé, lo que sí sé es que indudablemente es una fobia irracional (¡Un trastorno!) a atragantarse, porque en sí es eso: miedo a ahogarse con una miserable pastillita (no todas son chiquitas, hay algunas que hasta los más pastilleros se asustan).
Ahora imagina un poco lo que sufro con las capsulas, ¡No, no, no! ¡Me muero! No es malo triturar o partir las pastillas solidas, ¿pero y las capsulas? Las capsulas no se pueden abrir, bueno, algunas sí, pero la mayoría no; por algo tienen ese recubrimiento que protege la mucosa del estomago.

Simplemente, siento que no puedo tragarlas, me da miedo, incluso a la sensación de éstas pasando por mi garganta (sí, ya sé, qué loco). Y pese a que sé perfectamente que es imposible que me ahogue con una pastilla porque mi garganta no es estrecha, termino cerrando mi garganta y dejando pasar únicamente el agua. Hago mil intentos, pero al final siempre termino escupiendolas y llorando de impotencia por no poderlas tomar y también por lo patético de la situación. Aunque bueno, el miedo verdadero que me imagino en mi mente catastrófica se debe a que se desvié a la traquea y me ahogue.

Supongo que se deberá a algún trauma de la infancia; lo único que puedo relacionar es que siempre mis padres me regañaban cuando era una chiquitina por meterme las cosas en la boca (hasta aquí no creo que haya algo raro, dado que hay una edad en la cuál los niños tienen esa tendencia de probar todo), pero recuerdo una vez en especial que por andar jugando con un broche para sujetar el cabello, me lo metí a la boca y casi me ahogo, ahora sí de verdad, casi me moría. Tampoco fue para tanto, solo que cuando lo escupí, fue con algo de sangre porque raspe mis amígdalas, y pues, obvio me asusté.

A continuación, te dejo algunos vídeos que encontré de personas con el mismo problema:



¡Esto es más fuerte que yo!

Probablemente piensas que necesito ayuda psicológica o un terapeuta, ¡YO TAMBIÉN LO CREO, AUXILIO!
Este no es un problema raro, aunque lo parezca, es bastante común, más de lo que nos imaginamos.

Bueno, eso fue todo. Luego te cuento más, nos vemos ;)
¡Ah! Y si llegas a saber cómo solucionar mi problema, pues

0 comentarios:

Publicar un comentario

 

Thanks For The Memories Template by Ipietoon Cute Blog Design and Bukit Gambang